sábado, 22 de mayo de 2010

Pequeños heroes que no se olvidan (parte 2)

Es domingo en la tarde, en la casa de los abuelos, Helena y Jorge con su hija Lucia visitan a los padres de Jorge, están sentados en la sala y conversaban, Helena y Lucia junto a la abuela la señora Gloria están sentadas en el sofá y hojean el álbum familiar mientras van pasando páginas y van comentando, mientras tanto Jorge dialoga con su padre el señor Hugo, junto a los pies del abuelo estaba recostado sobre un trapo un gato gordo ,de pelaje blanco con ojos parecidos a los de un conejo , ellos están sentados en dos sillas frente a ellas. De repente una foto del álbum cae al piso, Lucia la recoge y se la entrega a la abuela.



-Esta foto es en el patio era antes de ir a una fiesta de disfraces, ahí están: Rodrigo, María, luz, Francisco y Jorge cuando ellos eran pequeñitos con un perrito que tuvimos y Jorge era el más menor. la abuela le comento a Lucia y Helena


La foto era de blanco y negro aunque ya tenía un tono algo amarillento, aparecían todos los hermanos de Jorge en una posición de frente vestidos con disfraces, Jorge aparecía sentado detrás del perrito acariciándole el lomo, ellos se encontraban delante de un lavadero de cemento.


-Jorge mira esto. Helena le mostro la foto a Jorge


Jorge se paro y se acerco, recibió la foto y se quedo un momento mirándola.


-Esta era de una fiesta de de disfraces pero no recuerdo en donde era…. ahhhh!!...como pasa el tiempo, ¿y este perro, no estoy seguro pero me parece haberlo visto antes pero en donde?... claro este perro va ser con el que he estado soñando últimamente. Decía Jorge y en su cara se veía estar algo sorprendido.


- Mama no recuerdo que hubiéramos tenido un perro, ¿hace cuantos años que fue eso? Pregunto Jorge


-Esto sucedió hace veinticinco años, la historia es que cuando Jorge tenía cinco años nosotros empezamos a notar que tenía problemas para caminar por que lo mandamos al médico y este encontró inicios de parálisis en las piernas y nos envío a un terapista que nos recomendó que una manera para estimularlo y se estuviera moviendo era conseguir un perro para que se mantuviera ocupado con él y gracias a los cuidados que le prestamos a Jorge y en parte al interés que Jorge le ponía al perrito el pudo superar esa parálisis y no terminar en una silla de ruedas, aunque solo pudimos convivir con el animalito solo unos cuatro años porque se nos enfermo de una infección estomacal y lo llevábamos de una veterinaria a otra para tratar de salvarlo pero no pudo sobrevivir. Dijo la abuela mientras miraba algo conmovida a Jorge


-Uno pensaría que es un simple animal, pero lo curioso era que cada mañana cuando la Gloria abría la puerta del patio este perro se entraba y visitaba los dormitorios de la casa y además lo chistoso era que por la noche cuando nos acostábamos tocaba sacarlo de la alcoba porque él se quería quedar ahí.



Es ver como algunas cosas aparecen en nuestra vida, están una temporada y después se van. Dijo el abuelo, se silencio, se inclino un poco y acaricio la cabeza del gato y se quedo mirándolo, el gato despertó y miro hacia donde el abuelo y luego volvió a dormir.

-He escuchado cosas increibles sobre los perros pero no sabia que formaban parte de terapias, de pronto hubiera tenido una vida diferente. Jorge comento con algo de emocion a todos.

-Abuela ¿que es tener paralisis en las piernas?





-Son cosas muy duras mi chiquita. Es casi como ser invalido, es como si no pudieras saltar, no pudieras jugar, no pudieras ir a caminar a donde quieres y necesitas ayudas de otras personas para manipular objetos, de veras tu papa se vería distinto a como es actualmente. Respondió la abuela.




-Y estas personas viven así. Pregunto Lucia

-Viven casi que normalmente pero se apoyan en otras personas para hacer cosas que no pueden hacer por su incapacidad pero eso no limita su inteligencia y lo que pueden hacer con sus manos. Le contesto la abuela a Lucia

Lucia miro hacia donde estaba el gato y luego se fijo en el abuelo.


Pasaron la tarde riendose de las cosas que fueron un desastre, de las metidas de pata y las situaciones curiosas que sacan carcajadas, Helena y Lucia descubrian cosas nuevas de la familia, indagaron por los familiares que estaban lejos y los que ya no estan, Lucia paso el resto de la tarde haciendo preguntas sobre mascotas, termino bien la semana.

viernes, 7 de mayo de 2010

Pequeños heroes que no se olvidan (parte1)

En una tarde, el sol cubría deliciosamente el parque, se oían las voces de un grupo de muchachos jugando baloncesto en una cancha de asfalto que estaba junto a un amplio campo verde que tenia repartido varios árboles en medio de pequeñas colinas verdes tupidas que invitaban a recostarse, un camino de asfalto atravesaba este campo, de pronto viene corriendo un pequeño perro peludo y muy gordo de pelo blanco con manchas pardas que agarraba en su hocico una cachucha y se escondía entre las ramas de un grupo de matas que estaban junto al camino, un momento después apareció un niño de vestido de jean y llevaba una camisa de cuadros que se acercaba caminando rápidamente y miraba en toda dirección y gritaba


- Pulgoso qusssst…..qussst –qussst…….. Pulgoso, tenemos que regresar…… dooondeee estas……devuélveme mi cachucha chandoso o si no la próxima vez te lavare con agua fría…… no te me escondas pulgoso… qusst qusssst …. donde estas…… pulgoso ……..


De pronto el niño paro y discretamente retrocedió por donde venia y desapareció, paso un momento, y de entre las ramas empezó a asomar su cabecita el perrito, después decidió salir completamente para mirar a ambos lados, lentamente dos manos salieron escondidas por entre las ramas detrás de él y lo agarraron, era el niño y en el instante en que se ponía en pie salía y lo cargaba entre sus brazos se reia y le decía


– ¡jaajaajjaaa! no te me podías escapar bandido ¡ja! Jaa jaajaaaaa!.


Y le rascaba y le volvía a rascar su barriga, luego todo se detuvo y un brillo claro empezó a cubrir la cara del perrito y el niño con sus miradas sonrientes y todo termino cubierto de blanco mientras se alejaban de la mirada.

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Era una mañana de lunes y la camioneta escolar paraba junto a al taller de reparación de electrodomésticos del barrio y hacía sonar su claxon para anunciar que ya había llegado, se abría una puerta del taller y salía una niña vestida de sudadera gris con líneas rojas con su morral y una lonchera de colores vivos acompañada de sus padres les dio un beso en pórtico y antes de subir a la camioneta se volvía para mirar atrás y se despedía de sus padres, ellos respondían el gesto también despidiéndose mientras miraban como se alejaba la camioneta, ella Helena con su uniforme blanco llevando su bolso de color caoba y el Jorge con su jean y que llevaba puesta encima su bata blanca, ella se iría a atender su consultorio de odontología mientras Jorge entraría a la casa para más tarde abrir su taller de servicio a electrodomésticos, se dieron un beso y se despidieron.

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Las luces iluminaban la ciudad, ya era de noche y Helena y Jorge ya estaban acostados descansando en la alcoba, la luz de la lámpara alumbraba el cuarto mientras terminaba el capítulo de la novela de television, Helena levanto el brazo apunto el control y la televisión se apago y luego después apago la lámpara que estaba en la mesita de al lado, el cuarto quedo en la penumbra Jorge se recostó mientras se ponía las manos detrás de la nuca y miraba a el techo y le decía a Helena que estaba reclinada de medio lado:






-Hace mucho que no visito a mis cuchos y ni siquiera les he echado una llamada, ¿te parece si el domingo los visitamos? . Pregunto Jorge






-Valdría la pena, hace mucho que no vemos tus padres, ¿cómo estarán ellos? Respondió Helena.






-¿Cambiando de tema no te ocurrido alguna vez, que tienes un sueño que se repite mucho? Pregunto Jorge






-No, he tenido algunos sueños extraños pero ninguno que se repita demasiado, ¿de qué es lo que has estado soñando? Pregunto Helena






-Últimamente he estado soñando con un niño que juega con un perrito pero no encuentro que relación pueda tener conmigo. ¿Será que significara algo importante? Pregunto Jorge.






-Los sueños pueden tener un significado personal ¿No se relacionara con algo de tu infancia? Contesto Helena






-No tengo ningún recuerdo de que hubiera tenido perros cuando yo era pequeño. Que pudiera ser…. Dijo Jorge






-No te podría dar una buena explicación, dejemos que pase el tiempo y que la respuesta aparezca por sí sola. Respondió Helena






-Bueno dejemos asi, felices sueños mi guayabita que sueñes con cientos de perritos. Dijo Jorge






-Lo mismo mi panzoncito. Respondió Helena






Dejaron el asunto así y descansaron.